- 1 bolsa de guisantes congelados.
- ½ cebolla.
- 1 diente de ajo.
- 1 cucharilla de harina.
- 1 pastilla de caldo de carne.
- 1 vasito de vino blanco.
- Sal.
- Taquitos de jamón o de bacon.
- 1 o 2 patatas no demasiado grandes (opcional).
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ELABORACIÓN
Se pica la cebolla y se pone a freír lentamente en un poco de aceite, los ajos y el laurel Cuando esté frita se añade el bote de tomate, la sal, la pimienta, el azúcar y la pastilla de caldo de carne. Se deja cocer durante quince minutos. Se retira el laurel y se pasa todo por la minipímer.
A esta salsa se le añaden los calamares cortados en trocitos, nuevamente el laurel, el vino blanco y se deja cocer unos 20 min. aproximadamente (2 minutos en olla rápida desde que sube la válvula).
Se pone la tinta en un colador pequeño y se machaca añadiendo un poco de agua, se le añade la maicena disuelta previamente en un poco de agua fría y todo ello se echa sobre los calamares que se dejarán cocer unos minutos más.
En casa se ponían con arroz blanco
ELABORACIÓN
Cortamos las cebollas en rodajas.
En una cazuela calentamos la mantequilla con el aceite de oliva. Agregamos la cebolla y cocinamos hasta que se dore, cuidando que no se queme, unos 25 minutos a fuego medio. Añadimos la sal, la pimienta y la cucharada de harina, revolvemos y cocinamos hasta disolver la harina. Agregamos el vino y cocinamos hasta reducir a un cuarto, unos dos minutos.
Añadimos el caldo de carne, dejamos que hierva y cocinamos unos 10 minutos.
Agregamos el azúcar y 2 cucharadas de los quesos rallados mezclados previamente, rectificamos el punto de sal y retiramos del fuego.
Precalentamos el horno a 200ºC.
Distribuimos la cebolla y el caldo en envases individuales refractarios. Adornamos cada recipiente con dos rebanadas del pan tostado. Cubrimos toda la superficie con unas dos cucharadas del queso. Introducimos al horno, gratinamos hasta que se dore la superficie y servimos inmediatamente.
Photo credit: jlastras / Foter / Creative Commons Attribution 2.0 Generic (CC BY 2.0)
Ya tenía ganas de enseñaros esta deliciosa receta. Hay muchas versiones y ésta es de las más sencillas de preparar. Por cierto, la salsa verde NO lleva cebolla, tal como mucha gente cree. Hazle caso siempre a papá.
Otra cosa, no cocines con vino de tetrabrick, no seas loser. Usa uno medianamente bueno: ribeiro joven o rueda (hay botellas que cuestan menos de 2 euros) o también txacolí.
Cuando usamos el horno y probamos este tipo de platos, se me saltan las lágrimas cual “petit infant”cada vez que demanda biberón, bien sea por el sabor y pasión que ponemos o por la facilidad para cocinar gracias al electrodoméstico en cuestión.
Hay mil formas de preparar la lubina al horno, quizá ésta sea de las más comunes. Espero que os guste:
INGREDIENTES
Hoy vamos a preparar un plato ligero puesto que el tapeo del fin de semana en Lugo nos ha machacado el estómago.
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